Cuando festejamos el 25 de mayo, estamos haciendo algo más que recordar una fecha con un gran significado histórico.   Estamos contribuyendo a construir una comunidad libre.     Estamos participando de manera colectiva en la construcción de esa comunidad libre.    Es esa lucha por la libertad la que nos une, la que nos hace comunidad.

No es solo ponernos la escarapela, colgar la bandera en la ventana, o juntarnos a comer locro,  asado o empanadas (por más rico que sean). Es una oportunidad para interpelarnos a nosotros mismos de cómo ser libres, como ser comunidad.

Cada 25 de mayo hacemos honor a los ideales de los grandes hombres que nos liberaron.

Cada 25 de mayo celebramos todo lo que avanzamos, y reconocemos que nos queda mucho por recorrer.

Cada 25 de mayo nos invita a renovar nuestro compromiso con esa búsqueda, en pos de una vida plena con verdad y justicia.

Mariana Maldonado