
Buenos días, quisiera compartir con ustedes dos textos de la Biblia sobre Dios y su búsqueda de parte del hombre necesitado de su presencia y consuelo.
El primero.
«Dios habita en las alabanzas de su Pueblo»
Salmo 22;3.
Primeramente, el salmo 22 no dice que cuando el pueblo canta a Dios, este se hace presente de una manera especial.
Alonso Schokel, uno de los capos en exégesis de los salmos, propone esta lectura del versículo 2 y 3.
«Señor a ti clamo de día y de noche y no respondes.
Pero tú estás en el SANTUARIO (kadosh, Santo o santuario), ENTRONIZADO SOBRE LAS ALABANZAS de Israel».
La imagen del salmo evoca el lugar Santísimo, donde se creía que Dios tenía su trono.
En tiempos del Templo, los fieles tenían la idea que en el lugar Santísimo Dios mismo se sentaba sobre la tapa del Arca. (Que era un cajón de madera recubierto de oro con la imagen de dos querubines adorando)
El trono era el Arca y las «alabanzas» (tehillot) eran los querubines que le adoraban día y noche sobre el propiciatorio del arca.
En otras palabras, el salmo es un Salmo en medio de la angustia, donde el desdichado que ve su vida golpeada hasta sus sustratos más profundos, tiene la esperanza que aún cuando todo se ha movido en su vida, en el trono (el Arca del pacto en el santuario) Dios se mantiene firme, reinando.
Entronizado sobre aquellos querubines que le adoran día y noche. Sentado sobre las alabanzas.
Otra opción de lectura es.
«Señor tú eres Santo, tú eres el Rey y eres el motivo de alabanzas de Israel»
Sea lo que sea, el texto no dice que explícitamente cuando uno canta en un culto, Dios baja exclusivamente por escuchar los acordes y a su pueblo cantando.
Sin desmerecer lo uno, la idea es aclarar que ese texto no enseña lo que muchos creen.
Posiblemente pueden haber otros textos, pero ese no dice lo que creímos que decía.
Otro texto interesante sobre la presencia de Dios y el santuario son los salmos que hablan de «La generación que busca a Dios».
Salmo 24:4-6
» Quién puede subir al monte del Señor?
El de manos limpias y corazón puro. El que no acude a ídolos ni jura en falso.
Este es el grupo de personas que buscan de verdad al Dios de Jacob».
Este es un salmo que se usaba en la peregrinación al templo.
Sin duda hace recordar una de las bienaventuranzas.
“Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios ( tendrán acceso a Dios)”.
Luego dice Jesús, bienaventurados los misericordiosos porque ellos recibirán misericordia.
El salmo alude al centro último de las motivaciones humanas.
Los que buscan a Dios, que es una manera de decir, los que realmente “Toman en serio a Dios”, son los que tienen conciencia limpia y manos limpias, eso en otras palabras, es tener la convicción de que tus manos no han participado en perjudicar a otros.
Por ejemplo, David no pudo construir el santuario de Dios, porque David fue un hombre que había derramado mucha sangre.
Era imposible construir algo que era signo de reconciliación, con manos que se dedicaron a la guerra y a la violencia.
Para Jesús la misericordia y la pureza de corazón son las dos caras de una misma moneda.
El misericordioso no es el que tiene lindas intenciones sino que ayuda de manera concreta a las necesidades del otro, movido por las intenciones correctas (corazón puro) hacia el otro.
Luego el salmo dice, » El que no acude a ídolos y no jura en falso»
Muchos proponen que esta cláusula está dentro del marco legal.
Jugar en falso es el acto de dar un falso testimonio contra alguien en un juicio.
Que vengo diciendo con todo esto, para resumir.
Extrictamente según este salmo, la “GENERACIÓN DE ADORADORES QUE BUSCAN A DIOS”, no son necesariamente los que en una contemplación pasiva viven levantando sus manos y viviendo una piedad íntima.
Buscar a Dios es tener :
Manos limpias: No haber participado de actos en perjuicio del prójimo.
Corazón puro; Preguntarme constantemente por qué hago lo que hago. Sobretodo cuando abundan las relaciones por interés.
No tener ídolos; En su contexto podrían ser los dioses cananeos de la agricultura (Baal, Asera) que les daban falsas seguridades a quienes trabajaban la tierra.
No jurar en falso; (contra tu hermano) es decir, vivir relaciones interpersonales basadas en la justicia y la misericordia.
En síntesis, buscar a Dios es estar frente a él con una carta de recomendación de todos aquellos que nos rodean, con los cuales he desarrollado relaciones basadas en el amor y la compasión, sobretodo con quienes no tienen nadie quienes les defienda.
Ulises Oyarzún